En toda Europa, ciudadanos activos, estudiantes, trabajadores y activistas vecinales ya están presionando por comunidades más justas, saludables y sostenibles, a menudo sin darse cuenta de que las causas que defienden a nivel local podrían convertirse en campañas a escala europea. La Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) les ofrece un camino claro para ampliar sus ideas desde el impacto local hasta el cambio político a escala de la UE.
La acción local y su potencial europeo
En algún lugar de Europa, un estudiante está presionando por mejores recursos de salud mental y apoyo para los jóvenes, un trabajador sindical está haciendo campaña por una licencia por enfermedad remunerada para los trabajadores a tiempo parcial en su región, y una persona está organizando protestas por mejores instalaciones de reciclaje en un vecindario local. Los próximos grandes activistas de Europa ya están ahí fuera. Es posible que aún no lo sepan.
Estas campañas locales pueden tener un impacto europeo más de lo que crees, más allá de las comunidades inmediatas. Muchas de las cuestiones que se abordan, ya sea el bienestar de los estudiantes, unas condiciones laborales justas o la protección del medio ambiente, son ámbitos en los que la Unión Europea (UE) puede actuar y liderar. Los temas y cuestiones que se originan localmente pueden influir en las políticas europeas. Por ejemplo, un lugar de trabajo puede afectar a los derechos sociales o laborales. Una limpieza de playas o un parque vecinal pueden tener un impacto en el enfoque europeo de la sostenibilidad. Estos temas trascienden las fronteras y resuenan en todo el continente. Todo lo que falta son las herramientas y el apoyo adecuados, con los que estas iniciativas podrían convertirse en campañas a escala europea que movilicen a los ciudadanos de toda Europa y den forma a la legislación.
Foto de Tommaso Pecchioli / Pexels (Fuente: https://www.pexels.com/photo/people-holding-flags-11636475/)
Iniciativas ciudadanas europeas (ICE) como plataformas
Aquí es donde entra en juego la Iniciativa Ciudadana Europea (ICE). Como única herramienta transnacional de democracia participativa de Europa y del mundo, ofrece a los ciudadanos una forma clara de movilizarse desde cero en torno a las cuestiones que les importan. Reunir un millón de firmas y construir un movimiento cívico se convierte en la fuerza impulsora que da visibilidad y peso a una campaña de defensa más amplia.
Tendencias claras de lo local a lo nacional a lo europeo
Para comprender mejor los temas que se abordan a través de peticiones e iniciativas ciudadanas a nivel local y nacional y, por tanto, las posibles tendencias de la ICE, Democracy International llevó a cabo investigaciones en cinco países de la UE y a nivel de peticiones del Parlamento Europeo y cartografió peticiones populares. Muchos abordan temas sobre los que la UE puede actuar. Los organizadores van desde ONG y coaliciones de base hasta activistas individuales que sacuden sus comunidades locales.
Las tendencias son claras. La salud, la protección del medio ambiente, el bienestar animal y los derechos sociales y económicos se encuentran entre los temas más comunes planteados, que se ajustan perfectamente a los ámbitos en los que la UE tiene competencia para actuar.
Como era de esperar, muchas de estas campañas locales ya se hacen eco de problemas de iniciativas ciudadanas europeas anteriores. Estos esfuerzos de base no son solo historias locales, sino que tienen el potencial de ser la próxima ICE que realmente influya en la política europea.
De los campos bávaros a Bruselas: la historia de Save bees and farmers
Lo que comenzó en 2019 como una pequeña campaña local en Baviera, dirigida por un puñado de apicultores y agricultores preocupados, se ha convertido en una de las movilizaciones medioambientales más visibles de Europa. El primer objetivo era simple y urgente: proteger a los polinizadores de pesticidas dañinos y apoyar a los agricultores a cambiar hacia prácticas agroecológicas. La campaña se basó en el éxito del referéndum Rettet die Bienen («Salvemos a las abejas») de Baviera, que reunió 1,7 millones de firmas y se convirtió en la petición a nivel estatal más exitosa de la historia alemana. Fue iniciado por el Partido Democrático Ecológico (ÖDP) junto con la Sociedad Bávara de Protección de Aves (LBV), BUND Naturschutz Bayern (Amigos de la Tierra, rama bávara de Alemania) y el Umweltinstitut München, un instituto de investigación y defensa del medio ambiente.
Tras el éxito del referéndum, estos grupos contribuyeron a inspirar una alianza europea más amplia. Las mismas redes, junto con socios de otros Estados miembros, trabajaron con PAN Europe, un grupo de expertos y activistas, para poner en marcha la Iniciativa Ciudadana EuropeaSave Bees and Farmers, que une a ONG medioambientales, científicos y comunidades agrícolas de toda Europa en el marco de un objetivo común.
Como ECI, Save Bees and Farmers pasó por todo el proceso. Se verificaron las firmas, los organizadores presentaron su caso en una audiencia pública en el Parlamento Europeo y la Comisión Europea emitió una respuesta formal en la que hacía referencia a las medidas en curso y previstas sobre restauración de la biodiversidad y reducción de plaguicidas. La campaña mantuvo una fuerte presión pública durante los debates legislativos, y en junio de 2024 la UE adoptó formalmente el Reglamento sobre la restauración de la naturaleza, una ley emblemática para restaurar los ecosistemas degradados. El trabajo sobre la reducción de plaguicidas sigue siendo polémico, pero la iniciativa ayudó a incluir firmemente en la agenda de la UE objetivos vinculantes de reducción y protección de los polinizadores.
El movimiento sigue creciendo, vinculando a agricultores, científicos y ONG medioambientales en todos los Estados miembros y rastreando los archivos de plaguicidas con vistas a objetivos a largo plazo hasta 2035. La conversación también se está ampliando. Este otoño, la Comisión Europea organizó su primera Asamblea de Jóvenes Ciudadanos sobre los polinizadores, que reunió a cien jóvenes seleccionados al azar para debatir soluciones futuras.
A través de la organización transfronteriza y la defensa coherente, Save Bees and Farmers muestra cómo el activismo local puede convertirse en una fuerza europea que da forma a la legislación, influye en el debate público y mantiene la protección de la biodiversidad en el centro de la política de la UE.
Foto: Save Bees and Farmers / Iniciativa Ciudadana Europea, Bruselas (2023)
En 2023, un grupo de defensoras de los derechos de las mujeres letonas lanzó una petición con un objetivo simple pero transformador: hacer que los productos de higiene menstrual estén disponibles gratuitamente en las escuelas. Iniciada por la Red de Cooperación de ONG de mujeres (Sieviešusadarbības tīkls),la campaña tenía por objeto garantizar que ninguna niña o mujer joven tuviera que faltar a la escuela porque no podía pagar productos de higiene básicos.
Lo que comenzó como un esfuerzo local para restaurar la dignidad y la igualdad pronto ganó la atención nacional, recogiendo más de 12.000 firmas y moviendo el Parlamento letón para tomar la propuesta bajo análisis oficial. La campaña empujó con éxito al gobierno a exigir a las escuelas que proporcionaran productos de higiene menstrual gratuitos, lo que marcó un gran paso adelante para la igualdad de género y los derechos de salud en Letonia. Redefinió la pobreza del período como una cuestión de derechos fundamentales en lugar de caridad, mostrando cómo las iniciativas lideradas por la comunidad pueden convertir las desigualdades cotidianas en un cambio estructural.
Del período de pobreza al cambio de política: la lucha de Letonia por la equidad menstrual
En 2023, un grupo de defensoras de los derechos de las mujeres letonas lanzó una petición con un objetivo simple pero transformador: hacer que los productos de higiene menstrual estén disponibles gratuitamente en las escuelas. Iniciada por la Red de Cooperación de ONG de mujeres (Sieviešusadarbības tīkls),la campaña tenía por objeto garantizar que ninguna niña o mujer joven tuviera que faltar a la escuela porque no podía pagar productos de higiene básicos.
Lo que comenzó como un esfuerzo local para restaurar la dignidad y la igualdad pronto ganó la atención nacional, recogiendo más de 12.000 firmas y moviendo el Parlamento letón para tomar la propuesta bajo análisis oficial. La campaña empujó con éxito al gobierno a exigir a las escuelas que proporcionaran productos de higiene menstrual gratuitos, lo que marcó un gran paso adelante para la igualdad de género y los derechos de salud en Letonia. Redefinió la pobreza del período como una cuestión de derechos fundamentales en lugar de caridad, mostrando cómo las iniciativas lideradas por la comunidad pueden convertir las desigualdades cotidianas en un cambio estructural.
Al igual que la exitosa ICE My Voice, My Choice, que pasó de ser una pequeña campaña transfronteriza a convertirse en un movimiento europeo por los derechos reproductivos, la iniciativa letona demuestra que la autonomía corporal y la igualdad son cuestiones profundamente interconectadas en toda Europa. Ya sea que la atención se centre en el acceso al aborto o el acceso a la atención menstrual, estos movimientos comparten un mensaje común: La verdadera igualdad de género comienza cuando el cuerpo de nadie se convierte en una barrera para sus derechos o su participación en la sociedad.
¿Podría la última petición regional que firmó ser la próxima ICE?
Nuestro sentido de pertenencia comienza localmente, en los lugares donde crecemos, estudiamos y vivimos. Estos entornos familiares dan forma a cómo vemos el mundo y lo que más nos importa. A menudo es dentro de estos contextos locales que primero reconocemos los problemas y comenzamos a actuar, ya sea iniciando peticiones, uniéndonos a asociaciones u organizando campañas vecinales. Así es como la sociedad civil toma forma y de dónde proviene la energía para el cambio colectivo. Sin embargo, muchos de estos mismos problemas se extienden mucho más allá del nivel local. Las preocupaciones sobre la educación, la igualdad y el medio ambiente conectan a las personas en toda Europa, revelando cuán estrechamente están vinculadas nuestras identidades personales y nuestras realidades europeas.
La Iniciativa Ciudadana Europea se basa en este vínculo convirtiendo la acción local en un impacto europeo. A través del Foro de la ICE, los ciudadanos pueden encontrar las herramientas, el asesoramiento y el apoyo práctico para llevar sus causas más lejos, transformando los pequeños esfuerzos de la comunidad en campañas que influyen en las políticas en toda la Unión Europea. Cada movimiento europeo comienza con personas que se preocupan por lo que sucede en sus propias comunidades, y a veces, ahí es exactamente donde la próxima gran idea para Europa ya está tomando forma.
Sobre el autor:
Maya Kaufmann es la pasante europea en Democracy International, donde apoya proyectos sobre participación ciudadana y democracia europea. Tiene experiencia en investigación y comunicación sobre el compromiso cívico y la comunicación política de la UE. Tiene una Licenciatura en Ciencias en Relaciones Internacionales y Organizaciones de la Universidad de Leiden, donde se especializó en Desinformación y Comunicación Estratégica en Medios Globales.
Las opiniones expresadas en el Foro de la ICE reflejan exclusivamente el punto de vista de sus autores y no puede considerarse que reflejen, en modo alguno, la posición de la Comisión Europea o de la Unión Europea.




Dejar un comentario