Remo Nannetti es un activista que trabaja con la Fundación Italiana Save the Chickens. Para él, las iniciativas ciudadanas europeas (ICE) consisten en cambiar de opinión, no solo en reunir firmas con la esperanza de influir en la política. La ICE Stop Cruelty Stop Slaughter, que Remo organiza con sus colegas, había obtenido poco más de 1,325 millones de firmas cuando se cerró el proceso de recogida de firmas de un año de duración en septiembre de 2025. Estas firmas se transmitirán a las autoridades nacionales competentes para su verificación antes de que se confirme el número final. Hablamos con Remo unos días después de que terminara la recolección. Está encantado con el resultado, pero es realista sobre el futuro. «Esta es solo la primera fase», dice.
Tampoco es el principio. Save the Chickens apoyó la ICE End The Slaughter Age en 2022, pidiendo a la UE que excluya la ganadería de las actividades que pueden optar a subvenciones agrícolas, incluya alternativas éticas y respetuosas con el medio ambiente e incentive la producción y venta de productos de origen vegetal y los elaborados con agricultura celular.
Recolectaron casi 868,000 firmas y potencialmente alcanzaron el umbral de apoyo en nueve países, dos más del mínimo necesario. Un intento impresionante, pero aún por debajo del millón requerido.
Esta vez, con Stop Cruelty Stop Slaughter, un grupo ligeramente diferente de organizadores volvió a intentarlo, pidiendo incentivos para producir proteínas de origen vegetal y una reducción gradual del número de animales de granja en Europa hasta que se cierren todas las granjas y mataderos.
Los organizadores esperan ahora haber alcanzado los umbrales nacionales en los mismos nueve Estados miembros que la ICE anterior: Alemania, Dinamarca, Eslovaquia, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Luxemburgo y los Países Bajos (los umbrales se evalúan tras la verificación del Estado miembro). Pero esta vez, los números fueron significativamente más altos, superando la marca de 1 millón en más de 325,000 firmas.
La red ayudó, pero Remo cree que también es el resultado de cambiar las perspectivas hacia los problemas e ideologías de los derechos de los animales.
Cambio de mentalidad
El cambio de actitud es la máxima prioridad de los organizadores. Si bien reconocen la importancia de la elaboración de políticas europeas para impulsar un cambio real, los organizadores de la ICE son realistas en el sentido de que 1,325 millones de firmas no significan necesariamente que la Comisión Europea decida tomar medidas lo suficientemente fuertes como para poner fin al sacrificio de animales.
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Actualmente, según las estimaciones de Remo, los posibles partidarios de las causas vegetarianas, veganas y de los derechos de los animales representan entre el 5 y el 10 % de la población de la UE, lo que representa entre 22 y 45 millones de personas.
Conseguir que un millón de ellos firmen una ICE es un trabajo difícil. Un millón de personas es un número imposible para hablar y llegar directamente, pero en las campañas en línea, las vistas tienden a convertirse solo en firmas a tasas muy bajas.
Para ello, reunieron a un grupo de alrededor de 20 activistas con diferentes ideologías, un profesor universitario y dos abogados. El debate fue complejo, pero lograron establecerse en dos objetivos clave: una eliminación completa del sacrificio de animales y cambios en los sistemas de financiación en favor de alternativas basadas en plantas y células que atraigan a los ciudadanos europeos.
A continuación, los organizadores encontraron grupos locales para apoyar la iniciativa en los 27 Estados miembros de la UE. En algunos países, fueron ayudados por organizaciones existentes. En otros, los organizadores tuvieron que crear grupos locales utilizando sus propias redes personales.
Esto dio resultados variables en diferentes países por diferentes razones. Por ejemplo, los organizadores creen que en Italia, los distintos grupos de defensa de los derechos de los animales del país están fragmentados en sus enfoques, lo que dificulta la colaboración. En algunos temas, incluso se oponen entre sí. Esta es una debilidad que los organizadores esperan superar con el tiempo. Para ellos, las diferencias de enfoque son menos importantes que cambiar la actitud de tantas personas hacia los animales como sea posible. «Cada persona con la que nos acercamos y compartimos nuestra idea clave es un objetivo para nosotros», afirma Remo.
Aquí, la mensajería clara es clave. Para garantizar que los voluntarios difundan un mensaje claro, los organizadores crearon un blog de coordinación en el que los voluntarios registrados podían encontrar el mensaje en varios idiomas, junto con los objetivos de comunicación recomendados. Los organizadores querían asegurarse de tener un mensaje claro, sintetizando todos los dictámenes que representa la ICE. Pero para Remo, estos son solo detalles organizativos.
A continuación, mientras se preparan para la verificación de las firmas por parte de las autoridades nacionales, los organizadores mantendrán el impulso con una campaña continua, que incluirá la difusión del mensaje en la radio y la televisión, junto con el contenido educativo.
«Es importante que avancemos», afirma Remo. ¿Y su receta para el éxito? «Sólo una gran cantidad de trabajo personal por parte de todos los que han compartido nuestras ideas».
Sobre el autor:
Goda Naujokaitytė
Goda Naujokaitytė es periodista independiente especializada en política europea y escribe sobre la iniciativa ciudadana europea para ProMedia. Su trabajo se basa en su experiencia en Bruselas, tanto dentro como fuera de las instituciones de la UE, así como en el tiempo que pasó viviendo en varios países europeos. Cubre principalmente la política digital, ecológica y de competitividad de la UE, así como la investigación y la innovación en la Unión Europea.
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Las opiniones expresadas en el Foro de la ICE reflejan exclusivamente el punto de vista de sus autores y no puede considerarse que reflejen, en modo alguno, la posición de la Comisión Europea o de la Unión Europea.




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