Los gigantes de las redes sociales, los motores de búsqueda en Internet, las plataformas monopolísticas de aplicaciones e incluso los propietarios de servidores web están vulnerando mis derechos de libertad, los derechos médicos de los demás ciudadanos y las empresas en línea.
Todas las personas tienen libertad de elección y de opinión. Los servicios megadigitales no tienen derecho a dictar, censurar o influir en las opiniones, la información fáctica o las decisiones de las personas.
Actualmente no se imponen normas a estos dictadores digitales y tienen libertad para prohibir a los presidentes, cerrar las empresas digitales de los ciudadanos, contener o censurar puntos de vista diferentes a los que tienen o promover sus opiniones personales, especialmente en lo que respecta a los tratamientos médicos experimentales o sus inversiones.
Estos dictadores digitales son peligrosos para todos los ciudadanos y todos los gobiernos, ya que actúan como el gobierno y ejercen el poder de cerrar y promover su visión personal o motivación solo. Necesitan normas estrictas que garanticen la libertad, los derechos médicos y la rendición de cuentas de las personas, como una multa basada en el porcentaje de ingresos brutos. Es necesario que la UE disponga de un instrumento de denuncia de sus infracciones. Si no respetan la libertad y los derechos médicos, deben reducirse al tamaño. También tienen que compensar a los ciudadanos por la pérdida de ingresos.
Sus normas comunitarias deben regularse para garantizar que no violan los derechos de libertad de las personas, los derechos médicos, el derecho a las empresas o sus supercompetencias para simplemente prohibir, censurar o contener a sus usuarios.
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