Una política comunitaria menos burocrática, más directa y menos predefinida

Desde la perspectiva de una persona que ha estado directa e indirectamente implicada en proyectos promovidos mediante fondos comunitarios, se percibe en ellos una excesiva burocratización. La definición de los programas operativos se demora, y su ejecución se retrasa aún más llegando a un punto en el que la mayor preocupación de los gestores políticos se convierte simplemente en ejecutar presupuesto. Adicionalmente, la coordinación con los diferentes organismos de gestión es compleja por la escala de los programas operativos y la limitada capacidad de dichos organismos en términos de recursos humanos para cumplir las funciones que se les atribuyen. El resultado es que se generan retrasos e ineficiencias (para movilizar un euro en inversión o gasto efectivo se pierde mucho por el camino y planificación, gestión y supervisión), sin que ello se perciba que aporte ningún beneficios en términos de calidad de las operaciones ejecutadas o certidumbre de su idoneidad. Para algunas administraciones públicas incluso llega a ser un quebradero de cabeza implicarse en determinados programas operativos con fondos europeos, debido a la complejidad de su gestión.



Además de estos factores, los diferentes niveles de planificación estratégica hacen que en muchas ocasiones los programas operativos establezcan limitaciones irracionales a la puesta en marcha de operaciones alineadas con su filosofía, pero que no corresponden a algún literal definido previamente. Estas perspectivas top-down, aunque entiendo que diréis que implican a los receptores finales en su definición, no están funcionando correctamente.



Necesitamos aproximaciones mucho más abiertas y flexibles que permitan adaptarse a cada realidad. Debemos apostar menos por estrategias complejas y controles ex ante, y más por marcos generales de actuación y proyectos subvencionados directamente desde Europa con controles menos pesados directamente practicados desde Europa de forma que se asegure una supervisión igualitaria en toda la Unión Europea.